martes, 15 de junio de 2010

Fue hace 5 años. Te acuerdas...del pederasta del Campomaior?

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En octubre de 2005, el compostelano J. M. Antelo Antelo fue condenado a dos años y ocho meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a dos menores ordenses

Curso 1999/2000. CEIP Campomaior (Ordes). J. M. Antelo Antelo, de 46 años, acudía como cada mañana al centro a dar sus clases. Sus alumnos, de segundo de Primaria, ni se imaginaban el calvario por el que pasaba de una de sus compañeras cada vez que Antelo tenía ocasión de hacerle tocamientos en sus genitales

El profesor llegaba a realizar estos abusos incluso durante la clase, sentado junto a la alumna, mientras el resto de los niños realizaban las tareas que les había encomendado. En una ocasión los abusos tuvieron lugar fuera del colegio, en una excursión al acuario de A Coruña, durante el trayecto en autobús.

Pronto los padres de la pequeña, percibieron un comportamiento anómalo en su hija. Después de hablar con su hija, la pequeña confirmó lo que Antelo le hacía cada vez que tenía oportunidad. Inmediatamente pusieron el asunto en conocimiento de la directora del centro. Este avisó al Servicio de Inspección, no sin antes prevenir a los padres de la gravedad de las acusaciones, y de que los hechos debían estar muy claros para presentar denuncia

Tras escuchar esto, los padres de la alumna recapacitaron y dieron marcha atrás. Quizá se les pasó por la cabeza que aquello no era del modo que la niña lo estaba contando, o quizá pensaron que todo aquello no valía la pena... Decidieron esperar y ver qué pasaba.

No era la única, años atrás hubo otra víctimaMientras, Antelo pudo proseguir bajo sospecha, pero sin acusación formal, con su plaza de funcionario. Pronto llegó a oidos del aquellos padres el caso de otra alumna de Antelo Antelo que tres años atrás había pasado por idénticas vejaciones por parte de este.

El padre de la segunda menor acudió el 28 de junio del 2001 al colegio Campomaior para decirle a Antelo Antelo que lo iba a denunciar y éste le contestó que hiciera lo que quisiera y que tuviera cuidado con su hija, «que se la iba a escarallar». Entonces se produjo un forcejeo entre ambos y el profesor sufrió lesiones de las que tardó ocho días en recuperarse. Presentaron denuncia. A los pocos días, Antelo se traslada al CEIP de Ponte Carreira, en Frades, donde fue blanco de las iras de la APA, que pidió encarecidamente la "inmediata suspensión" de Antelo mientras no se resolviera el grave asunto.

Durante el juicio, Antelo negó haber realizado actos lascivos ni agredido sexualmente a sus alumnas y describió una situación en la que trataba rígidamente a los niños por entender que da buenos resultados escolares. Sin embargo, según la sentencia, «los testimonios de la menor y de sus compañeras son esclarecedores y desvirtúan sus manifestaciones (lo que llama o sorprende a un niño de siete u ocho años no es relevante en igual intensidad para un adulto) como una persona rara, que se subía a la mesa, leía el periódico descalzo, comía y calentaba su comida en el aula, etcétera».

La magistrada alude a la «perversidad de la conducta del acusado» al aprovecharse de la inmadurez acorde con la edad de las víctimas y a que escogía a «aquellas menores con problemas escolares, tal vez en el convencimiento de que su credibilidad sería menor y siempre se podrían imputar sus manifestaciones a su bajo rendimiento escolar».

En el caso de los abusos por los que Antelo ha sido condenado, la víctima relató cómo «el profesor se le acercaba y tocaba, cómo los tocamientos se incrementaron en intensidad y frecuencia a medida que pasaba el curso y cómo ella, presa del pánico, no podía gritar ni hacer nada (apretaba las piernas todo lo que podía)», relata la sentencia.

Condenado a 32 meses de prisión
Finalmente el 19 de septiembre de 2005, el jugado de lo penal número 4 de A Coruña condenaba a J. M. Antelo Antelo vecino de Santiago, a dos años y ocho meses de prisión, 6.000 euros de indemnización y una inhabilitación de dos años para ejercer la docencia, al ser considerado autor de un delito continuado de abusos sexuales del que fue víctima una de sus alumnas en el CEIP Campomaior que hoy, ya es mayor de edad.

La magistrada firmante de la sentencia consideró probado que J. M. Antelo, aprovechando su condición de profesor y «con el propósito de satisfacer sus deseos lascivos», llevó a cabo «de forma reiterada y siempre que podía» tocamientos en las partes íntimas de la menor, que en el curso 1999-2000, cuando ocurrieron estos hechos, tenía 8 años de edad.

El 27 de diciembre de 2006, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera firmaba la Orden Ministerial que declaraba la pérdida de la condición de funcionario del Cuerpo de Maestros de Antelo Antelo en virtud de condena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de profesor.

Foto: Exterior del CEIP Campomaior.


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