Comparte piso con el compostelano Alberto Trillo
Calientan cada día de cara a la inminente prueba australiana, la favorita de la temporada del ordense
El lunes 29 de marzo, nuestro campeón Iván Raña llegaba a Sydney (Australia) para proseguir con su competición en el Mundial de triatlón. Allí se encuentra hospedado en casa del también triatleta y compostelano Alberto Trillo.
Así nos cuenta cómo fue la llegada a esa ciudad, una de las más civilizadas del planeta: "Cogí un taxi comunitario desde el aeropuerto a casa de Alberto, en Darlington [un barrio al sur de la ciudad], así sale más barato el viaje -Después de un corto trayecto, llegaba al punto de encuentro".
Escuchó: "Animal pasa pa'casa!". Era Trillo. "Entramos en casa , muy grande por cierto, parecía un laberinto, pero compartida por más estudiantes. Cenamos pronto y a dormir, casi no hubo tiempo ni de saludarnos, y eso que llevábamos siete meses sin vernos. A la mañana siguiente comenzaría la jornada de entreno muy temprano".
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"Lloviendo con 20 grados no hace frío"
A la mañana siguiente, el despertador sonaba a las 5 de la mañana. "No había tiempo que perder, la grupeta salía a las 06:00 h., y aun había que cruzar media ciudad". Su primer día de entrenamiento no tuvo desperdicio. "Recién levantados, montando en bici entre coches y semáforos, con el pavimento mojado y totalmente de noche. Siguiendo a un tío con una luz en el casco, que parece que fuera a disputar un etapa del Tour".
Fueron quince minutos de tensión, asegura el ordense. "Llegamos al lugar desde donde sale la famosa grupeta de la que tanto me había hablado Alberto". Pero al llegar allí había solo tres ciclistas. Al parecer, nadie quería salir con lluvia. Nosotros sí. Además lloviendo con 20 grados no se pasa frío.
"Ibamos por la autovía a 40 km/h de media, a oscuras aún y con mucho tráfico. Incluso pasamos por debajo del aeropuerto. Antes de meternos en el túnel mire hacia arriba y pude ver un avión de la Thai tomando tierra", nos cuenta.
"La ruta que hicimos fue ir hasta Cronulla [suburbio a 20 kilómetros al sur del centro de Sydney], donde estuvimos concentrados en el año 2.000, antes de los Juegos Olímpicos. Me sonaba mucho la zona. Por ese lugar me acuerdo de entrenar con Macca y Eneko, dos que luego coincidieron para pelear por Hawaii".
A la mañana siguiente, el despertador sonaba a las 5 de la mañana. "No había tiempo que perder, la grupeta salía a las 06:00 h., y aun había que cruzar media ciudad". Su primer día de entrenamiento no tuvo desperdicio. "Recién levantados, montando en bici entre coches y semáforos, con el pavimento mojado y totalmente de noche. Siguiendo a un tío con una luz en el casco, que parece que fuera a disputar un etapa del Tour".
Fueron quince minutos de tensión, asegura el ordense. "Llegamos al lugar desde donde sale la famosa grupeta de la que tanto me había hablado Alberto". Pero al llegar allí había solo tres ciclistas. Al parecer, nadie quería salir con lluvia. Nosotros sí. Además lloviendo con 20 grados no se pasa frío.
"Ibamos por la autovía a 40 km/h de media, a oscuras aún y con mucho tráfico. Incluso pasamos por debajo del aeropuerto. Antes de meternos en el túnel mire hacia arriba y pude ver un avión de la Thai tomando tierra", nos cuenta.
"La ruta que hicimos fue ir hasta Cronulla [suburbio a 20 kilómetros al sur del centro de Sydney], donde estuvimos concentrados en el año 2.000, antes de los Juegos Olímpicos. Me sonaba mucho la zona. Por ese lugar me acuerdo de entrenar con Macca y Eneko, dos que luego coincidieron para pelear por Hawaii".
Muchos recuerdos de Sydney 2000
Ya de vuelta a Sydney, pasamos por cerca de donde se hizo el triatlón en los JJ.OO. Qué recuerdos, aun tengo la imagen de la Opera House a reventar de público. Para mí la mejor carrera que hay en distancia olímpica es Sydney".
"Llegamos a casa sobre las o8:30 am. Comimos algo y luego a nadar a la piscina 'Ian Thorpe'. Espectacular. En medio de la ciudad y con una cristalera que daba luminosidad a todo el vaso, a parte de que sea mucho más motivante nadar cuando ves algo más que muros a los lados".
Ya de vuelta a Sydney, pasamos por cerca de donde se hizo el triatlón en los JJ.OO. Qué recuerdos, aun tengo la imagen de la Opera House a reventar de público. Para mí la mejor carrera que hay en distancia olímpica es Sydney".
"Llegamos a casa sobre las o8:30 am. Comimos algo y luego a nadar a la piscina 'Ian Thorpe'. Espectacular. En medio de la ciudad y con una cristalera que daba luminosidad a todo el vaso, a parte de que sea mucho más motivante nadar cuando ves algo más que muros a los lados".
Ya por la tarde, sesión de carrera en Centenial Park. "Precioso. Me recordaba a Central Park de Nueva York". Corrieron durante una hora, todo en césped, "un lujo para las articulaciones", escribe Raña. "Además un ambiente increíble, lleno de gente, corriendo, rodando en bici, y hasta montando en caballo".
"Así son los días, para nosotros, en Sydney. Luego hacemos alguna otra cosa, ir al súper, de donde puedes sacar el carro de la compra y llevarlo hasta casa, luego lo pasan a recoger".
"Hablamos español...o galego"
"Despues de entrenar nos juntamos Alberto Trillo, David -un chaval gallego, que hasta vivio en Ordes- y José un madrileño que también esta aquí aprendiendo inglés. Pero de inglés nada, solo hablamos español...o galego".
"En cuanto a mis piernas, ya van mejor. Empiezo a notar que la carrera del otro día me dio un puntillo de ritmo. La semana que viene iré a reconocer el circuito, y también me mudaré al hotel de la organización, tenemos el briefing obligatorio allí, y asi también no me tengo que desplazar el día de la carrera".
"Algo que me sorprende es la cantidad de comida que ingerimos durante el día, todo el día tenemos hambre, y yo me noto fino, pero en el súper ya son colegas", finaliza.
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