viernes, 27 de agosto de 2010

Ordenses ilustres (II): Florencio Pol

Ordessiete continúa con su serie de biografías de ordenses ilustres. Muchos de ellos son o han sido personajes bien conocidos en nuestra villa. Otros muchos aún gozan de un histórico anonimato.

Florencio Pol. Notario de Ordes y místico. Fallecido el 2 de julio de 1902.

Mentalista, escritor, místico y notario. Florencio Pol vivió en nuestra villa de Ordes dedicado al estudio de la Biblia. En Ordes financió y promovió la construcción de un cementerio civil gratuito y según varias crónicas de su época, llegó a ser muy popular en la villa por sus curas magnéticas que aplicaba desde 1855 a miles de pacientes. Esas mismas crónicas lo definieron como un gran curador, rival de médicos y sacerdotes, cuyos miembros también formaban parte de sus pacientes. Jamás osó Florencio Pol cobrar una peseta por tales curaciones, mostrándose incluso ofendido cuando el paciente, agradecido, insistía en su voluntad de abonarle los servicios.

Una autoridad en espiritismo
Entre sus obras publicadas destacan numerosos artículos en revistas esotéricas como Brisas y tormentas o Sophia, revista oficial del movimiento de la Sociedad Teosófica de la que Florencio Pol era un destacado miembro. Entre 1873 y 1891 fue Presidente de Grupo de esta sociedad. El propio Pol se reconocía una autoridad en espiritismo, llegando a publicar numerosos artículos de opinión sobre fenómenos paranormales acontecidos en España y Galicia y de los que se hacían eco los periódicos de la época. Se hacía considerar como cristista, término que abandonó al integrarse en la Sociedad Teosófica, un colectivo esotérico centrado en el estudio de los diferentes cultos religiosos de la Humanidad.

Fue además un profundo estudioso de la Biblia, libro sobre el que con frecuencia se retaba frente a sabios teólogos católicos y protestantes rivalizando en conocimientos sobre el Libro Sagrado. Escribió, que se conozcan, tres libros: Espejo de Diputados, Secreto Redentor según Roma Redimida e Inexistencia de la Materia.

A la fecha de su muerte, el 3 de julio de 1892, sus compañeros teosóficos lo definieron como un “Bienhechor de la Humanidad” que “dedicó su vida entera y todas las potencias de su alma al bien de sus semejantes, exclusivamente por amor”.

Foto: Florencio Pol, mentalista, teosófico, místico y notario de Ordes.

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