domingo, 12 de febrero de 2012

¿Podría existir en Ordes algo parecido al reciente pacto entre PP y BNG de Cee?

Manuel Regos el día de su segundo nombramiento como alcalde de Ordes, el 11 de junio del 2011.
Carlos Negreira ha dado el visto bueno al acuerdo que podría desbancar a los independientes del gobierno municipal ceense

En Ordes, la situación política es muy similar a la de aquella población costera

El alcalde de Cee, el independiente Ramón Vigo Sambade, podría estar muy cerca de abandonar la alcaldía si finalmente prospera la oferta de pacto de censura que desde el Partido Popular −con el visto bueno del presidente provincial, Carlos Negreira−, se le ha hecho llegar al grupo municipal del BNG. Vigo Sambade, quien gobierna en solitario, cuenta con cinco concejales por los cuatro del PP, tres del BNG y uno del PSOE de la oposición ceense. 


Ramón Vigo no podría ser más feliz la noche del 22 de mayo del 2011. Su partido, Independientes por Cee (IxCEE) se había convertido en la fuerza más votada, logrando incrementar sus votos en un 82 % −14 puntos− respecto a la cita electoral del 2007. Atrás quedaba su imputación judicial por presuntos delitos de corrupción urbanística en la llamada operación Orquesta que le llevaron a declarar, en enero del 2011, frente al juez Andrés Lago. Ramón Vigo triunfó y aquella noche fue, literalmente, llevado a hombros por sus entusiastas hasta la misma Casa Consistorial.   

Las cosas en Ordes no fueron muy distintas en aquella misma noche electoral. Los independientes de la Unión por Ordes (UxO) de Manuel Regos habían logrado igualmente ser la fuerza más votada. La sede de los independientes del edificio Moar era un hervidero de gentío pletórico y feliz. Su página de Facebook en la resaca del día siguiente así lo reflejaba: «Hemos sido el partido que más ha subido (3 concejales) y el único partido en Galicia que ha resistido la fuerza del PP. Podemos estar TODOS orgullosos y super felices con este resultado tan bueno». Al igual que Ramón Vigo en Cee, Regos en Ordes lograba incrementar sus votos en torno a un 75 % y trece puntos  respecto a las elecciones de 2007. UxO alcanzaba siete concejales por seis del PP, dos del BNG, uno del PSOE y otro más de CideGa. Un gran éxito.

En Cee, los socialistas retiraron el apoyo a los independientes tras la imputación criminal de su alcalde; en Ordes, Regos ya no necesitaría más a los socialistas, para quienes, dos años atrás, en marzo del 2009, había pedido públicamente el voto. Ambos primeros ediles, paladines de la independencia frente al avance popular, habrían de formar un gobierno en minoría y por su cuenta.

Ramón Vigo Sambade, alcalde de Cee.
Moción de censura
Ayer sábado se hacía público que Negreira, daba el visto bueno al pacto de moción de censura entre PP y BNG que desbancará al actual Gobierno independiente de Cee. Sus razones, una permanente situación de «deterioro de la situación política», una «falta de diálogo», una «situación errática e improvisada» del Gobierno de Vigo Sambade, pero sobre todas ellas, la «grave situación económica» y las «deterioradas cuentas», las del Concello de Cee, que pesan como una losa sobre sus vecinos desde el año 2010.

A la hora de tomar esta decisión, Negreira seguiría defendiendo su postura original de que debe gobernar la lista más votada, pero ello no habría de significar un «cheque en blanco». Siempre podría haber, aseguró, «circunstancias excepcionales» que posibiliten algún tipo de pacto. «Lo que tiene que primar», aseguró Negreira, «han de ser los intereses de los vecinos», de Cee o de cualquier otro municipio de la provincia sobre la que tiene competencias. Las ideologías son importantes, «pero aún más importante es que un pueblo funcione», remató.

Los populares ya han movida ficha en Cee y aguardan por la respuesta definitiva de la Ejecutiva nacionalista, quien parece haber «desautorizado» la operación. Sin embargo, la agrupación local del BNG se mantiene dispuesta a dar ese paso por su cuenta y situar a su portavoz, Daniel Oca, como primer teniente de alcalde y al frente de las delegaciones de Empleo, Obras y Cultura en un hipotético Gobierno municipal de coalición presidido por la popular Zaira Rodríguez.

Daniel Oca, del BNG de Cee.
Perjuicio grave
La gota que habría de colmar el vaso de la paciencia nacionalista y decidirse por apoyar la moción popular sería la decisión de Ramón Vigo de no abrir la nueva guardería y prorrogar los presupuestos municipales del 2011. Tras esas decisiones, la asamblea local del BNG estudió el pacto que desde el PP le habían hecho llegar y llegó a la conclusión de que con sus decisiones, Ramón Vigo estaba perjudicando «gravemente» los intereses de los ceenses. «A proposta é a que é, e do diálogo co PP saiu algo conxunto», reconoce Oca, quien podría verse, junto a sus otros dos compañeros, expulsado del seno del BNG. 


De suceder finalmente esto, los tres ediles nacionalistas pasarían a ser concejales no adscritos y en aplicación de la reforma de la Ley General Electoral –conocida popularmente como ley antitransfuguismo− dejaría sin efecto este virtual pacto, y Ramón Vigo volvería a ocupar la alcaldía.

Sin embargo, tal y como apunta La Voz de Galicia, «con los ritmos de la justicia y la burocracia de los partidos, esa expulsión podría no llegar a consumarse antes de las próximas elecciones municipales». Podría incluso no ocurrir nada, como sucedió en la vecina localidad de Corcubión cuando PP y BNG se coaligaron para que el histórico Rafael Mouzo (BNG) se mantuviera en la alcaldía. En aquella ocasión, informa igualmente La Voz, «el BNG local había sido objeto de expediente disciplinario que finalmente quedaría diluido y sin mayores efectos».
  
Manuel Regos recibiendo de manos de Roberto González la vara de mando que le acredita como alcalde de Ordes.
La situación de Ordes
La situación municipal en Ordes es harto parecida a la ceense. Un gobierno de independientes en minoría y un escenario económico muy, pero que muy delicado. Con unos presupuestos municipales para 2012 sin aprobar, nutridas deudas a proveedores y las arcas municipales a cero, la oposición popular y nacionalista en el Concello de Ordes no se ha cansado de denunciar la «paralización» del Gobierno en minoría de Manuel Regos. «Por no haber no hay ni para pagar los premios de este Entroido», declaró a Ordessiete un miembro de la actual corporación municipal. 


Según Martínez Sanjurjo, portavoz municipal del PP en Ordes, la gestión de Manuel Regos está siendo «nefasta» e «irresponsable». Su homónimo en el BNG, Gonzalo Castro, no ha dejado de calificar al gobierno local siempre que ha tenido ocasión, como de «miope», «incapaz», «paralizado», «caótico» e «irresponsable». Ambos líderes están de acuerdo en afirmar que lo que Ordes sufre no es otra cosa que una «grave situación de desgobierno».      

Manuel Regos (izq.), junto a Yolanda Vázquez y Marta Sánchez en la I Gala contra el Cáncer.
Sin festivales
Además, el contexto no parece que vaya a mejor. Las últimas semanas fueron desoladoras para la economía y la moral de nuestra villa. Ordes se quedaba, por decisión de su Gobierno local, sin sus dos grandes festivales, la Gala contra el Cáncer y el Bricadeira, los quince Grumir eran despedidos y la tradicional movida vive en una recóndita crisis. Además, con un PXOM atascado en la burocracia, no parece tampoco que el desarrollo urbanístico de nuestro suelo vaya a aliviar en algo las cosas en el corto y medio plazo.  

En el aspecto político, Regos se ve blindado ante los ataques por dos poderosas razones: una, porque la ley antitransfuguismo le ampara y dejaría sin efectos legales cualquier intento de seducción a algunos de sus seis concejales por parte de otras fuerzas políticas; la otra, porque tiene la absoluta certeza de que PP y BNG jamás se podrán de acuerdo para desbancarle. Esta situación le permite acostarse cada noche tranquilo, sabiéndose inmune a posibles pactos o traiciones internas que pudieran plantarle a sus espaldas una moción de censura.

Foto de familia de la candidatura del PP al Concello de Ordes en las elecciones locales de mayo del 2011.
Réplica en Ordes
Ahora, y tras estos primeros movimientos en Cee entre PP y BNG, esta situación podría cambiar y tener su réplica en Ordes. A preguntas de Ordessiete, Martínez Sanjurjo no ha querido hacer ningún tipo de declaración, ni a favor ni en contra, sobre esta todavía conjetura. Aún así, fácilmente se deduce que lo que Negreira ha aprobado para Cee, no habría razón para negárselo a los populares de Ordes. Martínez Sanjurjo sería alcalde en un hipotético gobierno de coalición con el BNG y Negreira lograría una nueva y estratégica plaza para el PP coruñés. El otro socio de gobierno necesario se extraería, casi con total seguridad, de hipotéticas negociaciones con Ana Álvarez −CideGa−, quien a lo largo de la presente legislatura ha mostrado una tónica de buen entendimiento con los populares.

Pero todo esto quedaría en agua de borrajas de no salvar el BNG local el conflicto ideológico-emocional que le supondría el formar parte o impulsar en su caso un gobierno conservador en Ordes. Otro motivo importante que podría hacer fracasar un pacto de esta naturaleza por parte nacionalista es que el alcalde de Cee está imputado por delitos en el ejercicio de sus funciones; Manuel Regos, no. Además, el BNG ya ha manifestado en varias ocasiones su disponibilidad a negociar la aprobación de los presupuestos municipales de 2012, lo que a su juicio, abriría una importante puerta hacia la recuperación económica

Castro tampoco se ha cansado de repetir que por encima de todo, quiere tres cosas para Ordes: un plan de viabilidad para el mercado de abastos, un vivero de empresas y un plan de saneamiento municipal que palíe la «caótica gestión» de los últimos años. En este sentido, un visto bueno de Regos a sentarse con Castro para negociar estas y otras medidas en los próximos ejercicios podría dar al traste con aquellas otras alternativas.

Gonzalo Castro durante la presentación de la candidatura del BNG a las elecciones locales de mayo del 2011.
¿Qué debe hacer el BNG?
Pero sin duda, de llegar a aquel primero extremo, se tratará de la decisión más importante que habría de tomar el nacionalismo ordense en sus dieciocho años de vida. Además, existiría una solución intermedia: el BNG apoyaría una moción de censura presentada por el PP, pero renunciando a formar parte de un Gobierno municipal con Martínez Sanjurjo y Ana Álvarez. La definitiva iniciativa, ya enunciada y en la que los nacionalistas sin duda se sentirían más cómodos, pasaría por «desbloquear» la situación actual negociando los presupuestos municipales con Manuel Regos, del mismo exitoso modo que se hizo con el Plan de Obras e Servizos (POS), cuando los nacionalistas lograron incluir sus propuestas para ampliar la piscina climatizada, concluir la urbanización de O Ceidón y mejorar la pista de O Mendo-Guindibóo.

El debate nacionalista se encuentra, por tanto en una dicotomía: 1) Insistir en la negociación de los presupuestos municipales con Manuel Regos; 2) Dar por concluida esta posibilidad y abordar la negociación de una eventual moción de censura con el Partido Popular. En sus manos queda.

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