Un quinto puesto y un diploma olímpico fue todo lo que Iván Raña pudo traernos de las Olimpiadas de Pekín. Somo muchos lo que aún recordamos sus palabras en las Olimpiadas de Atenas de 2004 cuando aseguraba que sería en Pekín cuando estuviese en su mejor momento profesional. En fin, no pudo ser, pero desde luego los ánimos de los ordenses no faltaron. Fueron muchos los que madrugaron -o no durmieron- en la noche del miércoles 20 de agosto para ver la carrera yt la medalla de nuestro vecino. Eso o al menos la casi segura del ferrolano Gómez Noya. Ni una ni otra.
"Me voy contento"

Raña se presentó en Pekín "más motivado que nunca, incluso demasiado", según reconoció y con una preparación adecuada. "Estoy contento porque he entrenado bien, he dado todo lo que tenía", dijo. Un fracaso que se une al del pontevedrés y presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, a quien le están lloviendo cascadas de críticas, pues desde Seúl 1988, el atletismo español había conseguido siempre medalla olímpica.